La Habana, 15 sep (PL) La Asociación Internacional de Servicios de Incendios y Rescate, estimó recientemente que el costo económico total de los incendios asciende hoy al uno por ciento del producto interno bruto de la mayoría de los países avanzados.
Esto parte del hecho de que los incendios constituyen uno de los sucesos más devastadores en el mundo, al cobrar cada año millonarias pérdidas materiales e incluso humanas y de animales.
Según expertos, entre esos fenómenos destacan los forestales, los cuales azotan a casi todos los países y tienden a incrementarse como consecuencia del cambio climático, si bien es el hombre el principal causante de esos nefastos fenómenos.
Los fuertes vientos, una vegetación abundante que se seque después de un verano intenso y condiciones secas, representan factores propicios para el desencadenamiento de esos siniestros.
En los comienzos de agosto en la provincia española de Valencia, un voraz incendio de esa naturaleza motivó que más de dos mil 600 personas fueran desalojadas de sus viviendas y resultaran quemadas no menos de tres mil hectáreas de varios municipios.
A la sazón en California, Estados Unidos, un fuego de ese tipo, desatado por el lanzamiento de un cigarrillo, arrasó en menos de dos semanas con 121 mil 440 hectáreas, casi el área de la ciudad de Los Ángeles, según un reporte oficial.
El fenómeno provocó la movilización de cerca de 14 mil bomberos, incluidos refuerzos de Australia y Nueva Zelanda, quienes ayudaron a combatir más de veintena de focos activos en todo el estado, muy propenso a los incendios.
Según fuentes especializadas, el fuego se convirtió en el mayor de ese estado desde que se comenzó a llevar la estadística hace un siglo.
El Sur de California no escapó de esa clase de suceso, pues cerca de San Diego cientos de personas fueron desplegadas para combatir el llamado incendio Holly, que afectó el parque nacional Cleveland.
Pero no solo ese estado ha sido víctima este año de las llamas, pues otros incendios también se destaparon en otras localidades norteamericanas, causando cuantiosas pérdidas.
Es así que un fuego, que ardió cerca de la ciudad de Redding, devastó 70 mil hectáreas desde su comienzo el 23 de julio, y dejó siete fallecidos.
Según el Centro Nacional de Incendios, unos 127 focos ardían en 650 mil hectáreas de tierra en 11 estados del país.
Hace alrededor de un año, un siniestro de esa clase en bosques de Canadá, cuya extinción duró meses, provocó sensibles pérdidas humanas e ingentes daños materiales.
Aunque los de tipo forestal son los más frecuentes y perjudiciales por la magnitud de los daños, estos sucesos ocurren en numerosas esferas de la vida cotidiana, actividades y sectores.
Sin dudas, entre los más voraces también están los ocurridos en museos, como el que hace apenas una semana impactó el inmueble de esa clase más importante de Brasil y acabó con la extraordinaria riqueza de las exhibiciones contendidas en piezas y obras de ese centro.
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